A finales de Abril de 2017, ya estaba muy cansado de viajar y moverme tanto por nuevos lugares, luego decidí volver a mi sitio favorito del sudeste asiático: la ciudad de Chiang Mai. Decidí también pasar la mayor parte del verano europeo en Cádiz, rodeado de amigos, familia y lo ya conocido. Ya había tenido suficiente del mundo transicional, donde todas las relaciones de todo tipo empiezan y acaban en cuestión de días.
En Chiang Mai, me quedé en el mismo piso donde estuve la última vez, dado que no encontré nada mejor en cuanto calidad / precio. Ya conocía Chiang Mai, luego me tomé el lujo de no hacer ni reserva con antelación. Llegué al edificio, dije en recepción que venía para quedarme un mes, me dieron un contracto, lo firmé y pagué, me dieron las llaves, y ya. Sin burocracia ni esperas. Adoro Tailandia.
Sin embargo, cuando fui a una cafetería de por allí para seguir trabajando en mi startup de aquel entonces, mi portátil no arrancaba. Daba igual lo que hiciera. Pensé que se podría haber estropeado durante el vuelo, dado cuando cogí mi mochila del compartimento del avión noté que estaba mojada, probablemente debido al aire acondicionado.
Por suerte, el portátil estaba aún en garantía, así que fui a Dell en Chiang Mai y allí me dieron un número para llamar. Cuando llamé, me dijeron que tenía que traspasar la garantía de Australia a Tailandia para que se pudieran hacer cargo, y que ese proceso iba a llevar tres semanas. ¡Tres semanas! Mi intención era estar en Tailandia un mes, luego no estaba seguro si iba a valer la pena la espera. Fuera aparte, no me daban ningún reemplazo temporal mientras se arreglaba esto.
El día en el que mi portátil murió en Chiang Mai me aburrí mucho, luego saqué mi teléfono y empecé a escribir algo que posteriorimente se convertiría en la primera entrada que hice en este blog. En aquel entonces, mi blog estaba en inglés, tenía otro nombre y escribía todas las cosas que me fueron pasando en los últimos años y que dieron lugar a que terminase en esto del mindfulness, en lugar de escribir puramente lo que fui aprendiendo una vez adopté sus principios.
Curiosamente y como comenté al principio, estaba harto de viajar a nuevos lugares y del mundo transicional, y sin embargo volví a salir de mi zona de confort al empezar a escribir este blog. Simplemente, somos seres cambiantes, y en aquel entonces estos eran ejemplos de lo que quería y no quería en ese momento. O en otras palabras, estuve presente conociéndome y siendo yo mismo, lo cual es todo lo que necesitamos para estar plenos. Y lo único que ocurrió para hacerme despertar fue que me quedé sin portátil.
2 respuestas
[…] Mayo de 2017, estaba de vuelta en Chiang Mai y mi portátil había muerto. Terminé comprando uno de segunda mano en una tienda que no era ni mucho menos tan potente como el […]
[…] Mayo de 2017, estaba de vuelta en Chiang Mai y mi portátil había muerto. Terminé comprando uno de segunda mano en una tienda que no era ni mucho menos tan potente como el […]