Hola a todos y a todas. Soy Red Jose, gamer desde que tengo uso de conciencia, y completionist. Es decir, que cada vez que cojo un juego lo exprimo al máximo, y me deleito en ello hasta niveles absurdos. No obstante, soy bastante selectivo, pues solo juego aquello que es considerado como una obra maestra por una mayoría amplia. Más concretamente, me fijo únicamente en aquellos videojuegos que tienen una puntuación superior a 9 en la versión americana de IGN.
Dado que se trata de videojuegos bastante conocidos, hay muchísima información en internet sobre ellos. Por tanto, yo únicamente hablo aquí de curiosidades y cosas que nadie nunca contó, hasta donde yo sé. No obstante, spoiler alert, ya que es muy probable que revele algunas cosillas.
Hoy os traigo un juego de 2015 que obtuvo nada más y nada menos que un pedazo de 10 en IGN. Un juego muy muy largo con muchísimo contenido extra, de los que a mí me gustan. De hecho, es tan grande que Steam dice que he jugado ya 243 horas en total. Sin más dilación, se trata de:
Metal Gear Solid 5: The Phantom Pain
Cuando yo fui a comprármelo en la plataforma de Steam, observé que existía un pack llamado The Definitive Experience. Este incluía un cojón de DLCs, y otro juego más llamado Metal Gear Solid 5: Ground Zeroes. Todo esto por el mismo precio que comprar el juego por separado, así que me pillé el pack sin ninguna duda. Tras hacer esto, observé que el Ground Zeroes era un prólogo que Konami sacó un año antes para ir abriendo boca. En su día, IGN le dio un 8 a este prólogo.
En efecto, Ground Zeroes es un juego muy corto que se puede terminar perfectamente en un par de horas. Consiste en una única misión principal y seis misiones extras o secundarias. Además, todas ellas tienen lugar en el mismo mapa, el cual se puede recorrer por completo en tan solo unos minutos. Yo jugué un total de 17.5 horas según Steam (aparte de las 243 del The Phantom Pain). Aunque no cogí todos los extras ni completé nada a la perfección, sí que hice absolutamente todas las misiones.
Una historia algo confusa, con un final brillante
La historia del juego, que comienza en Ground Zeroes y termina en The Phantom Pain, me resultó algo confusa. Me perdí en algunas partes. Esto creo que se debe a que no he jugado ninguno de los otros juegos de la saga. Ciertamente, existen algunas conexiones significativas entre Metal Gear Solid 5 y las anteriores entregas. Por ejemplo, hay un personaje que se menciona con bastante frecuencia que no aparece en todo el juego: un tal Cipher. En algún momento, se deja caer que podría ser el malo: un tipo de aspecto siniestro al que llaman Skull Face. Sin embargo, por lo visto no tenían nada que ver.
Entonces, ¿quién coño es Cipher? ¿Y Zero, al que también se menciona muchas veces? ¿Y quién es Eli realmente? Este último parecía que iba a tener bastante protagonismo en el Chapter 2 del juego, sin embargo cerca del final se escabulle en un mecha y ya no se le ve más el pelo. ¿Por qué? En los créditos del verdadero final aparece una cronología en la que se da a entender que Eli es un clon del protagonista. Hasta donde sé, creo que en algún otro juego de la saga se hace llamar Liquid Snake.
En cualquier caso, por todo esto y más, creo que Konami podría haber hecho un mejor trabajo en este respecto. Creo que deberían haber escrito un guión que se hubiera podido entender perfectamente por sí solo de principio a fin. Por lo visto, los casetes que uno se va encontrando arrojan bastante claridad. No obstante, el escucharlos es completamente opcional. Por tanto, pienso que el contenido esencial de estos casetes debería haber sido introducido en las muchas escenas de vídeo que tiene el juego, a medida que se van completando las misiones.
Tampoco me quedó muy claro quién es realmente Skull Face y por qué hace lo que hace en el Chapter 1. Por un lado, quiere que cualquiera tenga acceso a armas de destrucción masiva que él mismo controla. Por otro, quiere eliminar el idioma inglés de la faz de la tierra. ¿Pero por qué? Entiendo que lo hace por venganza, ¿pero venganza por qué y contra quién exactamente? ¿Zero? ¿Y quién coño es Zero?
Sí que me gustó el giro inesperado del verdadero final. Más de 200 horas después, me encantó repetir el principio en el hospital y ver de nuevo a Quiet, al Man on Fire y al niño volador con todo lo que ya sabía. Por supuesto, también me flipó el verdadero final en sí. Saber que realmente había estado controlando a un clon del protagonista durante todo el tiempo fue una explosión de cabeza.
Hideo Kojima y su ego. Dos entes con vida propia
Otra cosa relacionado con esto que me llamó bastante la atención es la cantidad de veces que aparece el nombre de Hideo Kojima. Entiendo que ser el creador de una saga de tanto éxito le haya dado bastante orgullo y satisfacción a este señor. Sin embargo, eso de que aparezca cada vez que se empieza y termina una misión, me huele a ego estratosférico. Me pregunto si esto tiene que ver con que Konami y él tomasen caminos separados, pero intuyo que sí.
Creo que Kojima tiene mucho que aprender de quien para mí es el mejor creador de videojuegos de todos los tiempos: Shigeru Miyamoto. Este último ha hecho verdaderas obras de arte en el sector, y solo he visto su nombre una vez en todos ellos. Ni tampoco le he visto introducirse como un personaje dentro de sus juegos. Kojima, en cambio, aparece digitalizado tanto en Ground Zeroes como en The Phantom Pain. Es más, es uno de los soldados con mejores skills de toda la base de Diamond Dogs al principio. Por todo esto, creo que a Kojima le podría venir bien asistir a mis clases online de mindfulness.
Detalles, detalles, detalles. ¡Me encantan los detalles!
Chascarrillos aparte, el juego en si es brutal, digno del 10 en IGN en mi opinión. No lo vi tan claro al jugar al Ground Zeroes. Sin embargo, tras salir del hospital ya en The Phantom Pain, cambié de opinión. Eso de que me soltaran ahí en mitad de Afghanistán con un caballo a explorar aquello me pareció espectacular. Tanto gráficamente como en jugabilidad.
Me gustó especialmente la ingente cantidad de detalles que fui descubriendo, tanto en las mecánicas del juego como en la exploración del mapa. Sublime. De hecho, durante las primeras 31 misiones que dura el Chapter 1, siempre te van desbloqueando zonas nuevas u otras cosas.
Un Chapter 2 decepcionante, y que me sobró casi por completo
Por desgracia, esto cambia en el Chapter 2. Supuestamente, hay 19 misiones más que hacer en esta parte, pero esto no es exactamente lo que parece. La mayor parte de estas (12 de las 19) son versiones más difíciles de algunas de las misiones del Chapter 1.
Estas misiones no aportan nada nuevo ni sirven para desbloquear nada. De hecho, tienen exactamente los mismos objetivos primarios y secundarios. Simplemente, están ahí por si alguien quiere hacerlas para sacarse más pasta en el juego, o por el desafío que presentan. No obstante, después de haber completado ya todos los objetivos de todas las misiones originales, a mí no me apetecía nada hacerlas de nuevo. Así que no las hice, a pesar de ser un completionist. Con esto vengo a decir que, en mi opinión, esto sobraba.
Para más inri y como dejé caer antes, la historia en el Chapter 2 se vuelve más confusa aún que en la primera parte. En mi opinión, incluso pierde alicientes y todo el gancho que Skull Face aportaba a la narrativa. Además, las 7 misiones nuevas transcurren en zonas que ya se han visitado con anterioridad. No se revela ningún mapa nuevo ni tampoco ninguna faceta. Después de recorrer por completo Afghanistán y el centro de África, sí que esperaba al menos un mapa exclusivo del Chapter 2. Pero no.
Por tanto, para mí el Chapter 2 no aporta nada significativo, y resta a la sensación satisfactoria del juego. Parece más un DLC chorra que parte del propio juego por defecto. En mi opinión, las dos únicas cosas destacables de esta parte son el final de Quiet y la verdadera misión final en el hospital. Sin embargo, yo habría metido estas dos narrativas en el Chapter 1 y habría quitado todo lo demás. Creo que así el juego habría sido igual de completo sin llegar a convertirse en tedioso o repetitivo.
Konami, ¡déjate de tanta de Side Op!
Hablando de repetitivo, otra decisión que yo habría tomado es el no haber metido tantísimas Side Ops (157 en total). Yo las he completado absolutamente todas. Sin embargo, noté que las 50 últimas que hice más o menos las completé más por obligación que por disfrute.
En esencia, más allá de las Side Ops importantes, el resto de las 157 son repeticiones de diez tipos. Las únicas diferencias entre todas las del mismo tipo son la zona en la que tienen lugar y la dificultad. De hecho, hay Side Ops de tipos diferentes que transcurren exactamente en el mismo sitio. En cuanto a la dificultad, esto únicamente se gradúa a través de la cantidad de elementos, y es obviamente progresiva. Por ejemplo, a medida que se completan más Side Ops de eliminar vehículos, más enemigos aparecen en las siguientes repeticiones.
En cualquier caso, creo que estas variaciones en las Side Ops o misiones secundarias no son suficientes para mantenerlas interesantes después de completar dos o tres de cada tipo, por lo que terminan volviéndose repetitivas. Yo no habría metido más de 50 en total, a menos que las hubiera de más tipos.
TL;DR
En resumen, este Metal Gear Solid 5 me pareció un juegazo. Quizás lo mejor que he jugado desde que terminé The Legend of Zelda: Breath of the Wild en la primera mitad de 2020. Sin embargo, a pesar de ser un completionist casi enfermizo, me sobró contenido en este juego. Recalco que esto es algo que me ha pasado muy pocas veces en mi vida como gamer.
Esto es todo por hoy. Si hay otros juegos de cualquier época de los que os gustaría que hablase, ¡hacédmelo saber! Hasta entonces, a por el 100%.