Hacia las profundidades

Después de una relación caótica en la que perdí la consciencia y un viaje espiritual a Bali donde la recuperé, volví a Melbourne en Marzo de 2019 con nuevas ideas respecto a mi práctica de mindfulness en general. Decidí empezar un curso de reducción de estrés basado en mindfulness (Mindfulness Based Stress Reduction o MBSR) con idea de convertirme oficialmente en instructor. También comencé a ir a clases de Yoga Kundalini, dado que fui cuando estuve en Bali y encontré esta práctica aún más efectiva que la meditación tradicional.

Sin embargo, lo más importante de todo lo que hice en aquel entonces fue simplemente no salir tanto ni pasar tanto tiempo con personas que en general me hacían sentir emociones negativas, centrándome más en aquellas que me hacían sentir bien, y fortificando así mis relaciones con ellas. Para no olvidarme, y debido también a que conocía muchísima gente en Melbourne, creé un Excel con tres columnas: amig@s, conocid@s con los que tenía experiencias positivas, y conocid@s con los que tenía experiencias negativas.

Cuando creé este Excel pensé que quizás estaba trazando un camino hacia el ego y la oscuridad, luego decidí tener una sesión con mi psicóloga para preguntar al respecto, y para contarle cómo había llegado hasta ahí: perdiendo consciencia como resultado de mi relación caótica y de la enfermedad de mi padre, lo cual también me estaba afectando.

Como me comentó, en parte estaba encorsetando mis relaciones con la gente con este Excel que creé, en lugar de simplemente dejarlas fluir en cada momento, lo cual no era nada útil e iba en mi contra. Pero por otro lado, sí que me servía para recordar y no dejar a ciertas personas de lado, lo cual conociendo a tanta gente era complicado a veces.

Y así hice. Comencé a darle prioridad a las personas que había puesto en la primera columna, al mismo tiempo que conecté con todo aquello que quería hacer por mi cuenta, diciendo «no» a aquello que no me apetecía. También comencé a pasar más tiempo en casa.

En resumen, todo lo que estaba haciendo me hizo adentrarme más profundamente en mi práctica. Incluso comencé a percatarme de patrones o cualidades en las personas que me hacían sentir bien, tanto en la amistad como a nivel sentimental. Y de alguna manera u otra, comencé a recibir más positividad de las personas y del mundo en general.

Y como no, todo lo que fui aprendiendo en esta etapa lo continué compartiendo en mis clases, las cuales también se estaban desarrollando hacia las profunidades.