¡No caigas en la trampa del trading!

El análisis técnico consiste en una serie de patrones e indicadores. Estos son utilizados por algunos inversores y traders para intentar predecir los movimientos futuros del precio de un activo. Todas estas herramientas son construidos en base a los datos pasados, como puede ser el histórico del precio o del volumen de transacciones. En teoría, cuanto mayor sea el número de indicadores que indican lo mismo respecto a lo que va a ocurrir, mayores son las probablidades de que eso termine ocurriendo.

Tener éxito en el mundo de la inversión depende de lo certeras que sean nuestras suposiciones. El análisis técnico puede servir de orientación para investigar activos, combinádolo con un análisis fundamental. Sin embargo, hay analistas técnicos (también llamados chartists) que estiman que factores fundamentales como el crecimiento de las ventas, los beneficios, el flujo de caja o las ventajas competitivas ya están factorizados en el precio actual de los activos. Estos se basan únicamente en sus herramientas gráficas para tomar decisiones sobre qué comprar, qué vender, y cuándo hacerlo. Es decir, según estos chartists, si se diera la coincidencia de que dos activos tuvieran exactamente la misma gráfica histórica, el precio de ambos activos debería de evolucionar igual.

El análisis técnico no genera beneficios de forma consistente

Normalmente, los chartists suelen ser traders que intentan beneficiarse de la volatilidad que pueda sufrir un activo en el corto plazo. Estos traders creen en la existencia de unos patrones que se repiten en el tiempo, y que la mejor forma de superar la rentabilidad global del mercado consiste en ser capaz de reconocerlos. Aunque hay algunos traders que lo consiguen en el largo plazo, varios estudios indican que la gran mayoría de ellos obtienen resultados similares a los de jugar al cara o cruz con una moneda.

Uno de estos estudios lo realizó la Massey University de Nueva Zelanda junto al Macquarie Bank de Australia: «Technical Analysis Around the World«. Dicho estudio concluye que el análisis técnico no genera beneficios de forma consistente en los 49 países que componen el Morgan Stanley Capital Index. Además, muestra que más de 5.000 reglas o indicadores de trading generan resultados aleatorios cuando se evalúan de forma aislada. Si queréis saber más, os dejo el estudio completo en los enlaces de abajo.

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Al fin y al cabo, los movimientos del precio de un activo en el corto plazo son movimientos binarios. Es decir, que la probablidad de que el precio vaya hacia arriba o hacia abajo es en torno al 50%. Las gráficas, además, pueden generar señales incorrectas respecto a los movimientos futuros en el precio. Al fin y al cabo, estas no tienen en cuenta noticias ni eventos, que suelen venir acompañados de movimientos impredecibles en el mercado. Aparte de todo esto, el análisis técnico implica asumir que el pasado siempre se repite. Esto puede ser representado por patrones como el head and shoulders o indicadores como el RSI. Sin embargo, el rendimiento de un activo no es nunca un indicativo de los resultados en el futuro.

El value investing no trata de predecir movimientos en el corto plazo

En definitiva, en el value investing no utilizamos el análisis técnico para intentar predecir movimientos en el precio de los activos. Consideramos que dichos movimientos no son más que ruido y distracciones. Pensamos que el comprar un activo nos hace ser co-propietarios de la empresa o tecnología tras ese activo. Esto incluye el derecho de obtener parte de los ingresos futuros que genere. Realizamos proyecciones y evaluamos estos ingresos futuros. Tenemos el propósito de identificar incongruencias entre lo que estimamos que es su valor intrínseco y el precio del activo. Si este último resulta ser mucho menor que el primero, entonces compramos y mantenemos. Ignoramos por completo los constantes movimientos en el precio.En el value investing no utilizamos el análisis técnico para intentar predecir los movimientos en el precio de los activos, pues consideramos que dichos movimientos no son más que ruido y distracciones.

Obviar un análisis fundamental e ignorar características como los beneficios y el incremento de estos a la hora de comprar activos es similar a jugar al casino, pintando rayas o no. Es muy fácil encontrar por internet supuestos analistas y traders que digan lo contrario, y que expliquen que determinado indicador funciona siempre utilizándolo únicamente en una gráfica concreta. Sin embargo, no debemos dejarnos engañar, pues no existe ningún indicador ni ninguna forma de pintar rayas que sirva para predecir el futuro en todas las gráficas y contextos. Igualmente, tampoco debemos autoengañarnos pensando que somos más listos o eficientes que el mercado.

En resumen: Como inversores, debemos de tratar al mercado con humildad. Debemos dejar que sea este quien nos brinde las oportunidades. No debemos tratar de perseguirlas según sus movimientos impredecibles.

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